Qué es un duelo
El duelo es un proceso doloroso en el que se trata de superar la pérdida de un ser querido que ha muerto. Si bien es cierto que la muerte en sí es dolorosa, es aún más difícil cuando se trata de la madre, aquel ser que da la vida y se esfuerza en toda su existencia porque sus hijos estén bien y felices.
Con ella hay un vínculo especial, un vínculo que se cree indestructible. Por eso en la hora de la muerte se produce un desapego de gran impacto emocional. Tal como si fuera un terremoto que obliga a replantear la vida, y a tomar nuevas decisiones.
Etapas comunes del duelo por la pérdida de una madre
- Asumir la pérdida: Entender que la madre ha fallecido es necesario. Esto determina que se haga el duelo o se opte por la negación de lo ocurrido.
- Dar expresión a las emociones: Luego hay que soltar para poder sanar: llorar, pedir perdón, hablar con alguien para expresar todos los sentimientos de dolor que hay dentro y que son motivo de dolor.
- Adaptarse a la nueva realidad: El tercer paso es mirar en la propia vida hacia lo que se debe hacer para continuar. Tomar las respectivas decisiones que permitan superar el vacío que ha dejado la madre.
- Recordar a la madre asertivamente: Pensar en mamá no en el momento de su deceso sino en vida, como aquella mujer con la que se compartía alegremente y que nos dejó tantas enseñanzas.
- Seguir viviendo: Es quizá el paso más difícil. Aceptar que ya ha partido de este mundo y que, aunque no se pueda ver, su recuerdo estará por siempre en los corazones.
Emociones asociadas al duelo por la muerte de una madre
Este duelo está acompañado principalmente de pena y tristeza. La muerte de la madre también genera apatía, desconcierto, angustia, desprotección, negación, ira, resentimiento, insomnio y miedo a la soledad.
Según como haya sido la relación con la madre también genera culpabilidad, remordimiento y malestar. Si se trata de una muerte repentina ocasiona incredulidad, desconcierto y pérdida de la noción de la realidad. En este último caso se experimenta la muerte como si fuera un mal sueño, una pesadilla de la cual queremos despertar. No obstante, es importante hacer el duelo para afrontar asertivamente la pérdida.
Posibles consecuencias de la tristeza en un duelo
Dependiendo la edad de la persona, se experimenta de forma diferente el duelo de la madre. En los niños se puede dar un comportamiento regresivo o explosivo. En los adolescentes la consecuencia es que intentan pasar ese duelo con los amigos y no con la familia.
En el caso de los adultos se puede generar una negación o una dificultad para expresar el dolor de la pérdida. De manera que el duelo no se hace y se crea una resistencia ante la aceptación de la pérdida. En cualquiera de los casos, si la tristeza extrema se puede llegar a una depresión.
Métodos para superar un duelo
Es complejo establecer un método para superar la muerte cuando depende de la relación específica entre hijo y madre. Claro está, hay algunos factores que ayudan enormemente en este proceso:
- Compañía: Contar con un amigo, una pareja o cualquier otra persona que demuestre su incondicionalidad ayuda enormemente a estar más tranquilos y reconfortados. Esto permite exteriorizar todas las emociones para sanar desde adentro.
- Apoyo: Una palabra de aliento, un gesto amigo o tener en quien apoyarse es también importante para superar la pérdida. Sentir que no se está solo hace una diferencia entre un duelo desde el aislamiento y uno con la confianza de que todo va a estar bien.
- Tiempo: Hay que darse ese tiempo. Comprender que no se supera la pérdida de la noche a la mañana, que es válido llorar una y otra vez, y que un día se podrá mirar al pasado con tranquilidad y paz en el corazón.
- Ayuda profesional: Acudir al psicólogo permite alivianar la pena. Sanar desde adentro y tener la disposición para continuar la vida de forma emocionalmente estable.